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martes, 30 de noviembre de 2010

Una nueva salida por los Pagos del Delta, Zarate, Otamendi..y un regreso distinto

Sabado 27 de Noviembre de 2010, Los Devoto's del Pedal anunciaban otra salida por el camino de las Islas, la idea de siempre, partir desde Zarate pasando por Campana, ingresar a Otamendi para luego de cruzar las balsas llegar la recreo Blondeau para almorzar y desde aca seguir por el camino interisleño de siempre para llegar a la ruta 12 y luego de pasar por el puente arribar al punto de partida.

No salio asi, una empresa dueña de las tierras lindantes al recreo puso una tranquera sobre el camino principal para evitar el paso de la gente que lo utilizaba para llegar a la ruta.
Ya nos habian advertido cuando cruzabamos en Noe el Parana de las Palmas pero lo descreiamos...

Ahora y despues de haber hecho la salida, la verdad como lo resolvimos sa
lio redondito, se nos ocurrio preguntar si habia algun medio por el agua que nos dejara en Zarate, y..si habia, pero a Campana...Bingo, despues de almorzar asi volvimos...

Pero dejo que lean el relato del compañero Martin, quien despues de un tiempo volvio a hacer una salida de todo el dia con nostros y le pedimos que en esta oportunidad sea el encargado de hacernos un relato de esta salida.

Les paso las fotos de toda la salida para que antes de leer a Martin las vean y puedan acompañar su historia con las fotos al menos vistas.


Antes del relato, recuerden que esta salida para nosotros es un clasico y que la llevamos haciendo al menos dos veces
por año, por lo que les sugiero buscar en los archivos del blog si alguno quiere los antecedentes de los lugares visitados.

Martin T nos cuenta como vivio la salida asi:

Con motivo de mi retorno a las salidas rurales me toca el relato de la fecha salida de la fecha.

El día comenzó raro. Cuando miré por el balcón para saber como estaba, el mismo era impredecible: podía llover en 2 horas, en 5 minutos o tal vez no llover nunca. Mi fé en el pronóstico del tiempo oficial siempre resulta nula, así que desconfiaba de la nube con el rayo y agua que me mostraban. Entonces la situación debía resolverse de otra forma y mi teléfono envía un mensaje hacia el de Adriana: "Sabes si lo de hoy se hace o al menos alguien va?". El mensaje de respuesta dice: "Ya estamos en camino". Eso determino mi "nueva convicción" de ir (y que abra los ojos pensando: "a ver si calcule mal la distancia y no llego a tiempo!!"). Eran recién las 7 AM pero, por las dudas, me apuré a hacer las cosas, desarmar la bici, cargarla al auto y salir rumbo a Zarate a las 7:30 hs.

Durante el viaje no hubo inconvenientes y no había calculado mal, llegué temprano al lugar siendo las 8:15 y obviamente ya estaba Adriana.

Fue cayendo más gente al baile pero éramos pocos. El día no colaboró, algunos se bajaron por distintos motivos y hasta se escuchó que alguno no vino por un "rumor de tornado" en la zona. Fermín me saludo efusivamente, como sorprendido de verme ahí.

Luego se pudieron apreciar algunos rostros de preocupación. Resulta ser que era ya la hora de salida 8:45 y llega la información de que alguien "se había pasado".
Al rato llegaron “los pasados” que acusaron haber llegado hasta el km 110 (sisi, eso es pasando el peaje de Lima, había que doblar casi 40 km antes de eso!!). Una vez que llegaron, no voy a develar aquí quienes eran, (pero quién manejaba al auto lo apodan como a cierta gente originaria de una región de España) armaron sus bicis y comenzó la pedaleada.

Como desconocía hacia donde íbamos, cual era el camino (y no me gusta andar dando problemas) me mantenía atras del guía, pero pegado a 20 centímetros detrás! Primero pedaleamos por Zarate, luego por ruta 6 y más tarde por colectora de ruta 9 hasta Otamendi. En Otamendi se tomaron las primeras fotos, una grupal y otra de un campo de trigo muy pintoresco por ser ondulado y por tenerárboles en medio de la plantacion.

Llegamos a la estación de Otamendi luego de encontrar un atajo poco divertido pero muy eficiente que consistía de unas escaleras cuyo último mantenimiento fue en 1955. Ahí tomamos otra foto y luego de asumir que no vendrían los que se suponía llegarían en tren, seguimos viaje.Una vez sobre tierra por primera vez en el día nos dirigimos hacia el "barco cruzador de río (bautizado Noe)". En el camino Fermín me dice "espero que ahora vengas siempre eh" (hacia 2 años que no hacía una salida con el grupo) a lo que le dije que si, “que había vuelto”.

Hasta acá todo bien, el día gris, medio fulero pero no llovía y eso ya era un premio al optimismo que implicó haberse levantado para la salida con ese día. Llegamos al barco cruzador y esperamos muy poco hasta que apareció una camioneta que quería cruzar, lo que nos permitió el cruce a nosotros también. La última vez que me cruzó ese barco me había salido $1.50 y otras veces hasta había costado $0.50. Se ve que se acabó algún subsidio, el propietario del barco quiere comprar una casa más grande, o ambas, cuestión que ahora cuesta $6 el cruce.
Arriba del barco uno de los trabajadores nos advierte que no habían panoramas buenos. Nos dijo que no íbamos a poder llegar a la ruta 12 (donde está el puente de Zarate) porque habían puesto una tranquera y que la semana pasada otra gente había tenido que volverse. Que si queríamos, ya le podíamos comprar el pasaje de ida y vuelta (en lugar de solo ida). Algunos lo tildaron rápidamente de ser un "vivo criollo que quería cobrar un servicio que no utilizaríamos" pero yo notaba cierta sinceridad en su relato (mas allá de la viveza que si estaba presente) y pensaba "una tranquera?? me cago en una tranquera". Luego siguió el hombre con las malas noticias: "el camino esta bastante malo, hay 30 centímetros de arena (lo graficó con las manos incluso)". Yo pensaba: "este hombre exagera por falta de espíritu deportivo". Llegamos del otro lado del río, empezamos a pedalear y cada vez se ponía peor el camino, adivinen que? la ruta estaba cubierta por un gran capa de tierra suelta. Por momentos era bastante gruesa lo cual tornaba bastante pesado andar por ahí. La bici pesaba el doble, volaba tierra por todos lados, por suerte el viento venia de atrás y era mucho. Nunca había visto un camino de tierra con tanta tierra suelta. Incluso en algunos lugares podía tener 20 cm o más de altura la tierra. Era como andar por la playa con la bici la situación.

Seguimos, hicimos varias pausas en el camino las cuales terminaban cuando llegaba Adriana y decía "y ni me tuve que bajar de la bici" (a pesar del camino). En cada parada se discutían los mismos temas: "si se llega a largar a llover con este camino cagamos" y "si tenemos que volver por acá, con lluvia y viento en contra me corto ….......". El camino no se hacía disfrutar mucho y la preocupación se hacia más evidente cada vez. Que pasaría si de verdad nos teníamos que volver por donde vinimos como dijo el hombre del barco? Nadie, ni uno solo tenía ganas de realizar eso, por las condiciones del camino, por el viento en contra y por lo aburrido que hubiera sido.

Finalmente, luego de 43 km de andar llegamos al recreo blondeau. El último balsero que nos deposito ahí confirmo la teoría más temida: no íbamos a poder llegar a la ruta, habían puesto una tranquera y se aducía que el camino era privado y no se podía ir más por ahí. El panorama se había puesto complicado. Restaba verificar el estado de la tranquera a ver si se la podía pasar, volver por el camino que nadie quería hacer de nuevo (pero ahora con mucho viento en contra) o... una tercer opción que apareció "oiga, señor, hay alguna lancha que vaya para Zarate?", -"a Zarate no, pero a Campana si, pasa a las 16:30".
Apenas eran las 13 y pensar en esperar tanto no estaba bueno. Como fuera, se armó el almuerzo en el blondeau y después veríamos que hacer. Comimos de todo, picada incluida, pagada por quién se pasó y demoró la salida (pero que se redimió completamente con este presente al grupo), varias cervezas y una botellota de vino. Brindamos por varias cosas y Fermín me dice "brindemos porque ahora vengas siempre eh". Luego de la comida comenzó el show del chiste y varios fueron contados y tal vez el mas recordado sea el de "San Pedro y hombre en la heladera". Fue muy divertido todo.

Las instalaciones del blondeau, como siempre, impecables. El lujo y el confort en cada cosa que uno observa, los baños, dan ganas de volver a cada rato para seguir maravillándose. Lo único medio loco era un perro que le gustaba chupar la parrilla del quincho y se rascaba el lomo con la misma, eso si fue desagradable, perrito loco. Cero ganas de apoyar preciada y carísima carne de hoy en dicha parrilla :).
Una vez que el almuerzo terminó, fuimos a hacer un poco de caminata y ver a la virgen y de paso ir a comprobar si era verdad lo de la tranquera. Encontramos la virgen en el eucalipto, tomamos algunas fotos y seguimos viaje hasta la mencionada tranquera. Y como nos habían contado, ahí estaba nomás. Era una buena tranquera, no eran 3 alambres y dos maderitas. Era una gran tranquera de hierro cerrada con cadena y dos candados!. No daba realmente para intentar cruzar esa tranquera y ver que pasaba mas adelante, si nos recibirían a los tiros o que, así que habría que esperar la lancha nomás.

A mi me quedo una indignación por el hecho de esa tranquera y por como todo el mundo la aceptaba como válida. Los caminos son públicos según la constitución, ese camino no lo construyó quien sea propietario de las tierras a ambos lados del camino. Seguramente, esos terraplenes fueron hechos por el gobierno y pagados por todo el mundo y por tal motivo me dio mucha bronca la situación. Ignoro si mas adelante en el camino realmente había que tomar un camino “dentro” de la propiedad de alguien, pero esa tranquera estoy convencido que es ilegal y bueno, seguramente no se hará nada dado que es problema para unos pocos ciclistas que pasan por ahí esporádicamente.
Solo nos quedaba entonces esperar que se hagan las 16:30 y que la lancha llegara y nos quisiera llevar hasta Campana. Eso fue lo que sucedió. La lancha arribo 16:10 y algunos nos abalanzamos sobre la misma prácticamente (una vez me pasó que los lancheros siguieron de largo haciéndose los dobolu, ya que mucho no les divierte cargar bicicletas). Pero los lancheros amarraron la misma, se bajaron y dijeron que 16:30 saldrían de nuevo. Poco antes de las 16:30 se cargaron las bicis sobre el techo de la lancha, se ataron precariamente con una soguita y comenzó el viaje por el río. Calculo yo que era un canal porque era asombrosamente recto y del mismo ancho en toda su extención. Pero era bastante ancho para ser un canal de todas formas, así que no sabré si era o no era artificial. El viaje fue muy lindo, había una particularidad que no se si muchos observaron y era que el chofer, el bondinista del agua, paso gran parte del viaje mandando mensajitos de texto y se distraía completamente mientras lo hacia. La lancha comenzaba a enfilar para algún costado y a los pocos segundos el tipo corregía el rumbo y seguía escribiendo para luego pasarse de rumbo otra vez y volver a corregir para el otro lado y así... Poco serio. El auxiliar del chofer no podía hacer mucho por la situación tampoco ya que venía entretenido con su novia que subió en el blondeau, bien por él!

En fin, al cabo de una hora llegamos a Campana, bajamos, tomamos agua y fuimos hacia la estación del tren. Yo me divertí en esa estación haciendo sigzag entre las columnas que eran muchas y estaban cerca pero la estación parece abandonada desde hace 30 años y sin embargo el tren pasa todos los días por allí e incluso casi lo pisa a Rubén ante la desesperación de Adriana que le gritaba que se apure a cruzar que venía el tren. Obviamente ese ramal no funcionaría sin subsidio pero no por eso la estación debería ser tan mala. Una vez tomadas las fotos allí nos fuimos hacia Zarate para concluir el viaje.Llegamos rápidamente a Zarate ya que está cerca. Se desarmaron las bicis, se cargaron en los autos y nos metimos en la YPF a darle vida a la pastafrola de Adri. Yo recordaba de mi pasado la existencia de la pastafrola pero no recordaba que estaba tan buena.

Ahi en la YPF terminó la salida y en las últimas palabras Fermín me dice "espero que ahora vengas todos los sábados eh". Se ve que no me tiene fe, quizás porque fui a la salida disfrazado de gordo jaja. Fermín, el sábado próximo tengo la fiesta de fin de año de la empresa así que no se si voy a ir, pero para que estés tranquilo, en la próxima oportunidad vuelven las carreras sobre libertador como en los viejos tiempos!! Solíamos participar del sprint final Fermín, el Tano y algunos otros más que van rotando. Mi siguiente objetivo es ganar ese sprint en los próximos sábados así que ahí estaré!!

Bueno espero hayan disfrutado leyendo el relato y percibido lo bien que lo pasamos cada vez que salimos con nuestras bicis a calquier lado, lo importante es la compañia y la buena onda que siempre encontramos en cada uno de los amigos que nos acompañan.

Hasta la proxima salida AMIGOS !!!!

1 comentario:

David Heidel dijo...

Hermosa salida y muy buen relato. Soy David, siempre salgo con los MegaBikers pero sigo vuestro blog y leo las cronicas con atención.
Un saludo a todos!

David Heidel