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jueves, 22 de abril de 2010

Sabado 17 de Abril, Otamendi, el dia de las 15 Pinchaduras

Otra salida de todo el dia, esta vez una clasica entre nosotros, con gente nueva, amigos de siempre y claro esta, la onda y la alegria que ultimamente nos une.
Aguante la bici.
La salida estuvo condimentada en todo sentido, pero mas alla de las tantas pinchaduras el toque adicional lo dio la naturaleza, si, nos puso en nuestro rumbo un camino distinto, ya veran las fotos, un camino que muchos de los que fuimos disfrutamos.
Antecedentes:
http://aenbici.blogspot.com/2008/11/zarate-el-puente-campana-y-la-isla.html
http://aenbici.blogspot.com/2008/06/desiderio-y-ernesto-blondeau.html
http://aenbici.blogspot.com/2008/06/reserva-natural-otamendi-bsas-argentina.html

Les copio el relato de Cecilia quien por primera vez salio con los Devotos y nos cuenta como lo vivio:
Otamendi - Las Islas
ó "los paradores del Delta no tienen parches"
No puedo negar que esta salida me tenía algo nerviosa.... Primera vez con el grupo en una salida larga. De paso, mi primera salida larga.
Digamos que la situación daba para pasar papelones.
A las 5 y algo de la mañana del sábado, Diego salió a buscar a Pablo a Constitución. Mientras, yo aprovechaba a preparar el Halawa con vianda, agua "para las escuelitas carenciadas" , abrigo, repuestos, y más detalles.
La gran duda era: calza corta o calza larga?
A las 7 se terminó el tiempo para deliberar, cuando Diego y Pablo llegaron, y hubo que cargar las bicis en el porta, y tratar de no olvidar nada. El día pronosticaba algo de lluvia y mucho barro.
Llegamos con lo justo a Zárate (según Pablo no había que apurarse mucho, porque el Capitán Verderone venía con Mario, que maneja despacio), y luego de un par de vueltas de masas secas, cortesía de Pepe, que justo cumplía años, nos largamos.
Primer papelón: tenía mal fijado el bolsito bajo el asiento, y a los pocos metros tengo que parar para acomodarlo. Novata!!!
Ya en plena ruta, Diego se manda de la banquina al asfalto y zas!!! al suelo! Ahí comprobé que los frenos de mi bici funcionaban bien. Si no, aparte del corte en la pera y los raspones en las rodillas, DD hubiera terminado con marcas de cubiertas en la espalda... Donde dejé el valium?
A pesar del percance, llegamos a Campana. Sacamos la obligada foto en el mástil de la plaza, mientras se amontonaban nubarrones en el horizonte.
Por supuesto, enfilamos hacia la estación, en la que nos encontramos con una sorpresa: se ve que en la zona crece algún yuyo que produce semillas igualitas a miguelitos. Cuando nos quisimos acordar, Claudio, el Capi, Pablo y Diego tenían dos pinchaduras, y Pepe estaba tratando de zafar de otra. Así no hay provisión de parches que aguante!!
No hubo más remedio que armar el taller en la calle. Pepe y Mario donaron sus viandas de sanguchitos, que convertidos en oportuna picada, ayudaron a calmar los ánimos ante semejante aluvión de mala suerte. Dicen las malas lenguas que Nico nos hechó una maldición, por lo que será sumariamente tirado al agua este sábado. Es que ya debe estar cansado de quedarse de a pie con la rutera... ;o)
Cuando finalmente todas las bicis estaban en condiciones de seguir, y relojeando la hora, salimos como tiro para tratar de alcanzar la balsa de las 12. Teníamos media hora para llegar.
Por supuesto, los percances no aflojaron: nos cruzamos con un renault turbo diesel justo en el momento en que se prendía fuego, y finalmente la cámara de Pepe dijo basta en la colectora a Otamendi.
Ahí nos dividimos. Un grupo se quedó ayudando a Pepe a cambiar cámara, mientras el resto seguía para intentar cazar a la balsa... perdiéndola por 5 minutos.
Cambio de planes!!! Almorzamos en el parador de las balsas, en vez de en .... para ganar tiempo. Claudio había pinchado de nuevo, peleando ya un nuevo record. Rubén también pinchó, así que se armó taller por segunda vez.
Mientras nos tomábamos un descansito, salió el sol y empezó a hacer calorcito. Por fin cambió la suerte!!!!
Ya del otro lado del río, comenzó la aventura "en serio". El camino estaba en buenas condiciones, el clima acompañaba, así que pudimos agarrar buena velocidad. Sospechábamos que después del parador..., el camino iba a estar "algo" embarrado, pero no sabíamos cuanto.
Llegados al parador(el recreo Blondeau), empezaron de nuevo las pinchaduras. Otra más para Claudio (record absoluto!!), y seguro hubo otras dos más, pero a esta altura ya perdí la cuenta de quien fue el pobre afortunado.
El parador nos esperaba a las 14, y estábamos atrasados por media hora, así que nos encontramos con puertas cerradas hasta las 15. Otra vez al taller...
De paso, esperábamos a que abriera el parador para hacernos de algunas provisiones.
Una vez listos, nos encontramos con el primer "barrito". Parlos se dió su primer porrazo, y Andrés, que poco antes había perdido la paciencia al grito de "al próximo que pincha lo dejamos", obviamente pinchó.
A esta altura, los mosquitos se despertaron de la siesta y empezaron a perseguirnos, pero a fuerza de Off y manotazos, los mantuvimos a raya.
El barro empezó a hacerse ver. Un par de tramos bien frescos primero, y luego las "lagunitas". Yo perdí la cuenta a la quinta, y no pude pasar pedaleando completas más de tres, pero varios valientes intentaron hasta cruzar airosos sobre sus bicis. Los que nos quedamos por el camino, vadeamos entre caracoles y repollitos de agua. El paisaje era fantástico, y la compañía mejor, así que todos nos pusimos las pilas y seguimos adelante.
Con el sol ya bajo en el horizonte, nos encontramos con un camino que no estaba en los mapas, y luego de cruzar de ida y vuelta la laguna que cubría al camino "conocido", nos jugamos al otro, que parecía estar en mejores condiciones. Y la pegamos!!!
Ya en un camino menos accidentado, levantamos un poco el nivel del pedaleo, hasta llegar cerca de la ruta, donde un galpón y una tranquera marcaban el fin del "campo traviesa". También marcaban el límite de una propiedad privada, con perro y peones poco amigables. Emprendimos la retirada.
Ya casi de noche, y por la colectora de la 12, encontramos un poco más de barro (mas barro!!!???? ) y la última pinchadura del día. Esta vez le tocó a la fenicia.
Noche cerrada, y luego de un pedaleo que pareció interminable, llegamos al puente. Ahí me desayuno que la idea es pedalear por el pasaje peatonal, que no tiene más de un metro de ancho, con baranda y postes de alumbrado de un lado, y guardarail del otro.
La maniobra fina no es lo mío, así que estuve a punto de cruzar caminando. DD tiene vértigo, y los frenos de su Trek habían dicho basta. Por suerte Pablo y Parlos nos dieron ánimo y buena onda.
Ya llegados a destino, cansados pero felices de haber vivido semejante aventura, nos tomamos unos merecidos cafés en la YPF de Zárate, y dejamos el piso a la miseria.
Lo que más me llegó, aparte del orgullo de no haber aflojado, fue la buena onda permanente de todos, a pesar de todos los percances. Está en los participantes hacer de una salida una experiencia terrible o fantástica. Les agradezco a todos el haberme hecho experimentar un día memorable.
Saludos
Ceci
Los Protagonistas:
Andres, Claudio, Carlos, Ruben, Mario, Pablo, Parlos, Diego, Ceci, Adriana y Ruben.
Parlos dijo:
La verdad, pico en punta esta salida, simplemente genial, que manera de reirnos, embarrarnos, pinchar, seguir adelante. Tuvimos de todo, sol, agua, nubes. Y que buena compania !!! Realmente estuvo espectaculaaaaaaaaa aarrrrrr :D
Quiero mas estas !!!. Saludos a todos !!!
Diego dijo:
Hacia AÑOS que no me divertía tanto. El cruzar en bici las lagunitas y la carrera en la que el Cpt. Verderone me encerró en el barro. Fueron lo más.
Otro punto fantástico fue el haber cruzado el p(#o puente de zarate y, una vez terminado el sufrimiento, tirarme al pasto a recuperar oxígeno. No creo poder curarme de vértigo, pero por lo menos con amigos que dan ánimo se hace más llevadero!
Gracias totales, la buena onda fue impresionante.
DD
PD: Quien haga el relato no omita mi caida en la ruta, con 4 cortes en la rodilla y uno en la cara includo!!!!
Algunos Videos aca:





Todas las fotos aca:


Hasta la proxima salida amigos y seguidores.
Andres

martes, 6 de abril de 2010

En Bici Semana Santa 2010 !! Que salida !!

En esta oportunidad junto a cuatro amigos nos decidimos a realizar una salida rural de tres dias en busca de nuevos pueblos, nuevas estaciones de trenes, anecdotas, alegrias y sobre todo pasarla bien.
Nos presentamos:
Los viajeros:
Diego, Andres, Ruben, Pablo y Parlos (foto).
La fecha:
Jueves 01, Viernes 02 y Sabado 03 de abril de 2010
El recorrido:
Km totaoles a recorrer 102.
2do Dia:
Km totales a recorrer 104.
3er Dia:
Chivilcoy, E. Ayarza, Roman Baez, Suipacha, Garcia, Mercedes.
Km totales a recorrer 108.
Cada Localidad mencionada posee un link con los antecedentes y referencias historicas de los lugares visitados. En esta oportunidad vamos a arrancar con el relato de la salida, el cual es realizado por el amigo Parlos, con un toque especial, leanlo y disfruten del viaje porque asi lo vivimos..

Primer dia Mercedes-Navarro
- “Che, escuchaste lo que estuvieron hablando los chicos el otro día?” - preguntaba Haro gritando para que Astra pudiera escucharla con el murmullo que el viento hacia en la salida habitual de los sábados.
- “Algo escuche, pero no me quedo muy en claro, tenia entendido que después de CBA varios habían cruzado mail planeando nuevas salidas de esa índole, pero como no me entere mas del tema pensé que todo había quedado en la nada” - respondía Astra mientras disfrutaba del viento que le llegaba de frente.
- “Si, parece que nos vamos para Mercedes, tenemos varias estaciones para recorrer y hay, por lo que escuché, muchas ganas de hacerlo para el fin de semana de Pascua.”
Todo quedo ahí, Haro estaba segura de que se venia una nueva aventura, que nuevas tierras serian visitadas y que prontamente tendría que entrenar para no quedarse atrás.
Sabe que es la mas vieja de todas las que se van de viaje y por eso quiere estar física y mentalmente preparada para no ser una carga.
Los días pasaron, solo escuchaba algunos comentarios y vio que su compañero de ruta, Don Parlos, corría de un lado a otro averiguando, y charlando seguido con el Capitán Andrés.
Si, parece que era cierto, salían nuevamente a rodar por caminos no explorados y por varios días.
Como pudo, Haro se fue enterando de la ruta, de sus compañeros y se puso a pensar en como encarar el trato con cada uno.
A algunos los conocía de Cba, a otros de rodar por salidas mas cortas. Sabia que es distinto, que estar con una persona mas de un día requiere mucho esfuerzo para conocerse, llevarse bien, aguantar las malhumoradas, el cansancio y la bronca de ciertas situaciones que siempre llegan, pero hasta ahora la balanza que contiene la alegría, las sonrisas, el compañerismo y el buen humor en general siempre había pesado por sobre todo, y así, contando los días, las horas y los minutos, el día llegó.
La ansiedad corría por sus rayos, no podía creer que horas antes su jinete la estaba lavando, aceitando y poniendo a punto. Ya está a pocas horas de partir, ya está lista, solo faltaban horas para ser cargada en ese incomodo porta nuevo y comenzar la aventura.
Pero algo sucedió, su compañero de viaje salió todo nervioso, despeinado, sin importar nada, y sin cargarla, como olvidándola. Él se fue volando con el auto en busca de quien sabe quién para no volver por un rato largo.
Y Ahí estaba Haro, triste, caída, pensando que lo mas probable era que había sido reemplazada o que simplemente todo había acabado por algún problema que no conocía. No podía dejar de pensar que los días que tenían que venir súbitamente desaparecerían y, sin embargo, cada ruido que llegaba de la calle hacía que se sobresaltara y esperara que vinieran por ella.
Y cuando parecía que todo estaba perdido porque el tiempo pasado era muy extenso, su jinete entraba alocado junto con una compañera nueva.
Si, la conocía de alguna salida, eran Pablo con Toga, una de sus fieles compañeras..
Habían tenido problemas para poder llegar y Parlos fue por ellos, por eso todo se estaba atrasando, por eso corría como corría, por eso .... zas, mientras todas las ideas locas daban vuelta en su cabeza, ya estaba todo cargado y ella estaba siendo acomodada con su compañera.
Salieron y cruzando ahí nomás la Gral Paz, el grupo de 5 salio con toda la furia hacia el inicio de lo que serian 3 días de esfuerzo, convivencia y aventura.
En el viaje, Haro apenas llegaba a escuchar los comentarios de los chicos, los notaba ansiosos, excitados pero por sobre todo contentos.
Hacían planes y explicaban qué cosas habían tenido en cuanta para armar todo.
Rubén contaba a qué hora se levantó, Pablo contaba cómo no había dormido nada y como había tenido que cambiar su compañera de viaje porque se había mandado una macana de principiante con los frenos hidráulicos y Parlos, simplemente se reía, y rogaba porque todas las averiguaciones y reservas realizadas estuvieran bien.
El viaje hasta el primer destino donde dejarían los autos fue bastante ameno, rodeado con muchas nubes y un poco de frío. El tiempo amagaba a no estar del lado de los viajeros pero no importaba: Haro y Toga ya sabían que una vez iniciada la travesía no había vuelta atrás.
Llegó Mercedes y con ello el buscar el lugar donde descansarían los coches, no existió GPS ni memoria visual para encontrarlo de una.
Parlos no tenía los datos a mano y solo había un mínimo recuerdo de donde podía estar. Tras un par de vueltas encontramos uno que parecía ser el adecuado pero era erróneo, amablemente los invitaron a buscar otro lado, ya que estaba completo y ahí mismo surgió el primer miedo.
Haro maldecía la memoria de su compañero, pero estaba tranquila porque sabía que su fiel acompañante siempre tenía un plan b, y así nomás, dos cuadras mas atrás estaba el estacionamiento original.
Con alegría y una muy buena atención, Leonor (la dueña de estacionamiento) nos dio la bienvenida y nos indico donde deberíamos dejar los vehículos.
Por favor que manera de hablar!, Astra estaba loca por salir, a Treky se le salía la cadena por empezar, Calea solo le faltaba ponerse a gritar, pero con paciencia y buena predisposición el grupo respondia todos los comentarios, reín los chistes sin sentido y aguantaban los ladridos de un cachorrito que estaba feliz de ver que otros sufrían el bla bla de su patrona.
Ahí nomás, después de semanas de preparativos, después de enojos por las demoras, después de los miedos iniciales, el equipo completo termino de armarse , se unió sin necesidad de mas palabras y partió hacia la aventura.
Haro estaba calentando, sabia qué importante es para Parlos empezar despacio y con paciencia. Seguía el ritmo que marcaba el Capitán Green junto con Astra para su primera parada: “La estación de Mercedes”.
Fotos de rigor, Astra luciendo impecable solita bajo el cartel y ahí empezó su nuevo trabajo. Entre el grupo, ahí estaba ella, la mas vieja de todas, dándole el apoyo que necesitaban para poder sacar las tan ansiadas fotos. Si, todo el viaje ella sabia que seria quien portaría el honor de salvaguardar una de las cámaras que guardarían tan preciados recuerdos.
Paso Mercedes, tranquilo, en un buen ritmo, ya se sentía en el aire el inicio de la tierra, ahí nomás, al otro lado de la ruta que los había llevado.
Empezaron a subir tranquilos y sin apurar, Haro sabia que no todos se sentían cómodos con la altura pero estaba orgullosa del grupo que estaba formado y sabia que con el apoyo de todos ese gigante esfuerzo seria apenas sentido. El grupo funcionando bien conjunto es mucho más fuerte que cualquier cosa, y así pasó el puente sin debilitar en lo más mínimo a ninguno de lo integrantes.
La tierra fue pisada con ganas, Treky tomaba la punta, Astra la miraba de costado y la guiaba mientras que reía una y otra vez de cómo El Capitán Green lo cargaba por el uso “novatiense” del GPS de DD.
Llego Altamira, segunda parada oficial rodeada de árboles verdes, y un alambrado que impedía el paso fácilmente.
Parlos se disponía a llamar cuando vio que Haro empezaba a rodar sin prácticamente preguntar, siguiendo a sus compañeras.
Ahí nomás, sin ningún tipo de aviso, Astra inicio una travesía de un centenar de metros por las vías para lograr acceder a las fotos del rigor. Una linda estación, un tanto descuidada en sus alrededores, pero bastante pintoresca. Toga y Astra fueron los modelos de esta vez mientras que Treky veía como su compañero se divertía sacando fotos a un lado y a otro.
De vuelta al ruedo, el sol empezaba a calentar el cuerpo, y todavía faltaba energía de repuesto y bebida para el almuerzo del grupo.
Hacia Jofre estábamos partiendo cuando repentinamente se escucho el grito agudo de Haro, Astra se dio vuelta, Treky tembló y Calea salio corriendo para ayudar.
Toga en un acto de distraccion había impactado a Haro. Fue un minuto y ya todos se reían, todos pensaban lo ridícula de la situación, en medio de la nada venir a chocar así.
Haro trinaba, treky gastaba, Astra miraba y apuraba el inicio del nuevo paso
Y así, rodando y rodando en un camino de tierra que parecía una autopista, los viajeros llegaron a Tomas Jofre, un lindo pueblo turístico, con una estación cuidada, de fácil acceso, con lugares agradables para almorzar, parrillas y pintorescos puestos de descanso.
Astra pego la voz de alto y se encargo de encontrar donde repostar. Y así vinieron las primeras compras, pan, fiambre, bebidas frescas, un poco de aire para las chicas y un poco de lubricación bien merecida para las cadenas.
Pasó Jofre, y con velocidad la autopista fue transformándose en un carretera agradable, mucho verde, una vegetación y calma que daba para la charla, los chistes, y el buen humor. Y así, desde la nada, salio el primer grito de victoria, Astra rumbeo con paso decidido para entrar orgullosa en sus supuestos dominios.
Al fin, después de muchas estaciones, de muchas vueltas, surgía tras una escuela rural la gran estación La Verde. Risas y cargadas, El Capitán Green no paraba de hacer comentarios y el equipo en general gastaba y hacia chistes.
Al ingreso tranquilo de la primera rueda automáticamente todas las chicas se sobresaltaron. Astra cambio la cara, Toga se quedo congelada preparándose para largar el primer improperio, Treky miraba desconcertada, Calea simplemente aguardaba en silencio y Haro ...
Haro simplemente sonreía diciendo, “bueno es hora que el cónsul se haga cargo, total que más le hace otra mancha al tigre.”
Si, ahí nomás, apenas habían ingresado, salio del galpón un Neandertal, con perros y demás cosas, gritando que era propiedad privada y que qué teníamos que hacer por ahí de una forma bastante incomoda. El cónsul dialogó amablemente mientras sentía en el interior como las puteadas surgirían si se hacia el loco. 5 minutos, (que fueron muchos más) serían los permitidos para poder realizar todo el avistamiento y las fotos. Y de ahí, a rodar de nuevo.
El camino seguía agradable pero tras varios Km. de tierra, la cercanía del mediodía y el gasto de energía realizado comenzaban a sentirse en el grupo.
Haro respiraba pausadamente, Astra quería calorías, Toga pedía bebida, Treky pensaba en ponerle sal al primer animal que se cruzara para devorarlo sin pausa y a Calea se le hacia agua la boca por cualquier cosa que pudiera denominarse comida.
Y así tras pasar rápidamente y sin detenerse en la Estación González Rios, propiedad de la vieja FC Midland, se decidió realizar la parada, al costado del camino, a la sombra., para hacer el mantenimiento general, recuperar fuerzas y aflojar tensiones. Haro estaba cansada, Astra se la pasaba viendo como el Capitan Green recalculaba, Treky continuaba con la cara de ansiosa pero mas tranquila. El resto simplemente disfrutaba del aire y la comida. Un parada rápida, regadero de campo y el grupo partió nuevamente.
Ya la tarde empezó a mostrar su final, la tierra se había dejado a un lado por un rato para tomar camino por una ruta asfáltica, algunos con sueño, otros agradecidos, hacían fuerza una y otra vez para no perder el ritmo. A esta altura los km ya se sentían, no había estaciones para visitar y las paradas hasta el próximo destino eran solo para recuperar el aliento, beber algo y estirar.
Había muchas ganas de llegar a Navarro pero primero se debían una visita al monumento a Dorrego. Y así, rodeados de verde, vacas, y un predio cuidado, ingresaron los participantes para ver un poco de la historia argentina, fotos, cartas, armas y utensillos de época que describían un pasado que no debe guardarse en el olvido.
La tarde caía, faltaba poco, pasó el monumento, las vacas, el verde, los campos y el asfalto ganó terreno.
Entrábamos en Navarro. Astra buscaba el hotel, Haro seguía, Treky daba indicaciones que no eran escuchadas porque simplemente estaban todos en automático.
Confirmada la reserva en el Hotel "el nuevo Fortín" las chicas decidieron que seria mucho mejor visitar la laguna con las ultimas luces y así nomás, con fuerza y velocidad tras una negociación del Cónsul, ingresaron todos a la laguna sin tener que pagar.
Que paraje, el inmenso sol bajando, el agua casi al ras del borde, el sonido de las parrillitas que empezaban a prenderse, la paz, y la alegría del grupo.
La tarde cayó de golpe, y el cielo estrellado empezó a cubrirse.
Astra veía a su compañero y a Pablito como pedía a gritos por la coca helada, Parlos quería la cindor, DD y Ruben algo fresco, lo que sea y ya, por ende con las pocas fuerzas que estaban quedando las chicas rodaron hasta un kiosco, para beber algo antes de disfrutar del hotel y sus comodidades.
-“Ufa !!!”, - gritaba Haro mientras era empujada por Astra, Toga, Calea y Treky.- “Nos apilan, nos dejan atadas acá, y ellos se van a descansar que injustos que son !!!.”
-“Bueno che, acá estamos bajo techo y bien, descansemos que mañana tenemos que seguir rodando, hay mucho por ver” - comentaba Treky mientras lentamente cerraba los ojos.
Tranquila, - le decía Astra -, con el silencio de la noche podremos escuchar que hacen los chicos y saber si todo esta bien.
Baños largos, cargadas en general, jodas contra las chicas de la plaza de enfrente con una mira laser que DD había traído, una cena agradable y un vaso de licor de menta para relajarse que Parlos consiguió, hicieron que la noche terminara muy bien salvo para aquellos que no habían llevado tapones de oído y habían tenido que sufrir el constante pasar de la juventud de Navarro en moto. Haro quedo pensativa sintiendo como todos sus compañeros de viaje descansaban, venteaban y recuperaban energia tras un hermoso dia de compañerismo, paisaje y alegria. El primer dia habia pasado, y las cosas estaban saliendo muy bien. Poco a poco sus ojos se fueron cerrando y con el descanso reparador las energias comenzaron a cargarse para los dias que vendrian.
Fotos del 1er Dia Mercedes Navarro aça:
Todas las Fotos aca:
Segundo Dia: Navarro - Chivilcoy
-Vamos , despertate de una buena vez !!!- le gritaba Treky a Toga. - Dale che, que ya escuche el despertador de Parlos sonando así que ya se levantan.
- Nah, Parlos siempre se levanta primero para poder bañarse también por las mañanas, tenemos tiempo para darle un rato mas al ojo - respondía amablemente Haro. - No todos se levantan corriendo, además hasta que desayunen, se despierten, y decidan las cosas de último momento tenemos como una hora más. Descansen que el dia esta raro y parece que vamos a necesitar de toda nuestra buena voluntad.
Haro estaba en lo cierto, el grupo se reunió a las siete y media para desayunar, entre que tomaron un café con leche con tazas recortadas, comían algunas medialunas, evacuaban dudas internas y devolvían las llaves las chicas se aprestaban para partir. La mañana había aparecido despejada pero para el momento de la salida el cielo se había cubierto y amenazaba con un muy mal tiempo. Los más friolentos se abrigaron con manguitas, calzas largas, camperas y pañuelos onda piqueteros que muy bien DD mostraría más tarde., otros simplemente se pusieron calzas limpias, medias abrigadas, una remera limpia y los calzados de costumbre.
Previa carga de agua y caramelos el grupo salio con la esperanza de que el tiempo mejorase y el fresco aflojara. La primera parada del dia fue prácticamente inmediata, la represa que controlaba la laguna aparecía de fondo invitando a las primeras fotos del dia. El Capitán Green junto con su fiel compañera Astra fueron a lucirse mientras el resto sacaba fotos, maldecía el estado del tiempo o seguía bostezando y ejercitando el cuerpo para indicarle que se despertara de una buana vez... El asfalto quedo detrás y la tierra seca y blanda apareció para recibir a los integrantes de un grupo que ya estancan estrechando su relación.
- Uy, me pego una gota - anunciaba Toga, - A mi también refunfuñaba Haro- Rueden que puede pasar, igual que puede pasar agregaba Treky,. Astra miraba de costado mientras que rodaba mas duro como quizás pensando que podíamos escapar de la tan molesta lluvia. El Capitán Green comentaba en voz alta muy disgustado con el cielo que no minimizaran las cosas. Una lluvia fuerte y realmente se complicaría las cosas. Astra les decía a las chicas - Como nos volvemos?, sabes lo que andar cargadas bajo la lluvia en el lodazal que se formaría? - No, esperemos que no pase seria realmente muy difícil volver a cualquier lado y conseguir algo que nos lleve hasta los autos.-
Los Km. fueron pasaron pero la gotitas que habían caído en lugar de dispersarse se transformaron en una leve llovizna que obligo a parar al grupo para proteger las cosas. Parlos y Andy rápidamente envolvieron las alforjas con bolsas de consorcio, DD como tenia sus cosas en bolsas dentro de su alforja monovolumen apostaba que con eso bastaría. El resto solo rogaba que la lluvia no fuera más que una llovizna molesta.
El trayecto hasta la primera estación oficial fue tranquilo, con un cielo llorón pero sin mayores percances... La entrada, resguardada por alambre oxidado y con aspecto bastante poco amigable hacia inquietar al grupo, Haro se entraba nerviosa, Treky estaba incomoda, Toga miraba con recelo, el resto estaba como a la espera de algo raro. Treky no paraba de comentar la mala vibra que le traía, Haro que estaba acostumbrada a ver como Parlos hacia pavadas y se metía por donde pudiera entrar notaba que se estaba conteniendo, se movía nervioso entre los lugares como esperando algo malo. El resto no decía nada, pero se notaba que ninguno estaba cómodo y que no quería estar solo ni mucho tiempo mas. La estación fantasma llamada Anasagasti no contenía cartel, estaba bastante venida a menos, y tenia balazos en varias partes como si la hubieran usado como campo de tiro. Treky se quería ir, Astra pensaba si no era imaginación nuestra, si bien la estación estaba fea, el DIA, la lluvia y la suciedad de la misma podía estar influenciando en todos. No obstante rápidamente los compañeros dejaron las cosas como estaban, en silencio, como esperando asegurarse de no despertar ningún demonio de fondo y siguieron su camino hacia su próximo destino.
El tiempo siguió en contra, un dia horrible, amenazador, con pequeñas lloviznas que molestaban pero que estaban comenzando aflojar. Parecía que se venia la calma antes de una tempestad que haría replantear todo el camino. Y mientras esta preocupación rondaba en el aire del Capitán Green el grupo rodaba y rodaba sin parar con destino a las Marianas. Un pueblo chico, de gente sencilla, con su plaza, su iglesia, tanto católica como evangelista, con su pequeño mercado donde los chicos debían aprovisionarse y las chicas recibiría unos mimos a sus engranajes castigados por el agua y el polvo. Un menú tranquilo, sándwiches de salame, queso y paleta. Agua y alguna que otra gaseosa. Llego la estación, cuidada, con cartel y con un pesado que estaba buscando la tan ansiada monedita para dejarnos en paz. Por supuesto, Treky escuchaba como el tema central de la salida (oh mama) salía de la boca DD y no sabia como esconderse. Para colmo de males ya se estaba marcando la insalubre alteración mental fanática de chevrolet y cada camioneta que pasaba era relojeada como si fuera la ultima.. Eso si, Toga no paraba de reírse, lo escuchaba a Pablito que una y otra vez lo cargaba con un fulano apodado Pechito, un súper genio del automovilismo argentino que lograba sus sueños y al cual DD se moría de envidia.
- Anda, que pechito ni que pechito, es un muerto ese, todo se lo paga papito, -escuchaba Treky de los labios de DD.
- Papito o no papito por lo menos maneja coches como la gente - respondía Pablito mientras Toga se mataba de la risa ante la cara de DD.
Pasaron Las Marianas y el tiempo mejoro, el cielo se abrió y dio para aflojar la tensión, si bien no hacia calor estaba todo mucho más agradable. El piso se había afirmado, ya prácticamente no tenían arcilla ni arena donde patinar y eso reconfortaba al equipo. Si, ya se había logrado, ya estaban funcionando todos como un equipo bien engranado, que se reía, que se liberaba de las tensiones, que admiraba los campos, los cultivos y no paraban de reírse por cuanta pavada se dijeran.
- Che, que viene ahora, falta mucho?, este ya me esta pesando bastante - le comentaba Haro a Toga
- Ja, si vos crees que Parlos es pesado, no sabes lo que es aguantar a Pablito cantando Oh mama a los gritos.
- Si che, vergüenza ajena me dan estos dos - a las carcajadas Treky
- Y lo peor que encima se me esta pegando - vociferaba Astra. Calea imperturbable avanzaba y su comentario era sostenido, - Que bien esto, como vamos. Que dia hoy.
El calor se hizo presente por un rato, todos hacían comentarios sobre el individuo que nos había seguido durante toda la recorrida de Las Marianas y como estaba dispuesto acompañarnos en la vuelta que hiciéramos. Fua, menos mal que se fue - decía Calea, -- no tenia conciencia de la distancia. - Mira si nos seguía, que hacíamos? - retrucaba Toga. El camino fue poniéndose interesante y la velocidad crucero era mas que aceptable hasta que se produjo el párate repentino. Todos al unísono se quedaron helados... Si, las chicas se reían, los chicos festejaban. - Con razón - decía Astra, - Marcos no vino a la salida porque conoce por acá. - Si, que turro - respondía Haro, quien diría que tenia un campo. - Toga se descostillaba y exigía que entráramos en la "estancia los gatos" y les pidiéramos un buen asado. - Todo se había despejado, el clima daba para la joda, la alegría, el dia estaba repuesto y encima de remate paso un hombre en un carro tirado por un caballo contando por donde ir, que hacia de su vida y por donde conocía. Un buen momento de relax tras pasar casi la mitad del recorrido del dia.
Los rayos de Haro brillaban, la lluvia había lavado gran parte del polvo, y con ese brillo fue surcando los caminos hasta entrar en Moll. El verdadero descanso de la salida se empezaria en breve. Apareció la cuidada estación, y el galpón y con ella las fotos en el cartel. Haro miraba como hasta el reloj de la misma funcionaba y en hora. Toga ya se saboreaba el aceite para cadena que tanto le hacia falta y se relamía pensando en como Parlos y Pablito le daban a un Dr. Lemon, mientras que los demás se cuidaban con agua o gaseosa light. vuelta por la zona, una plaza muy cuidada, gente amable y un descanso en hamacas, bancos y juegos para niños que renovó las energías de todos. Mientras los chicos tomaban aire, las chicas disfrutaban de su mantenimiento y en particular de un cepillo de limpieza que Treky alardeaba con justa razón para todos lados. Si, DD lo compro para el viaje. Es muy bueno - gritaba a los cuatro viento. Toga no paraba de pedir por uno y Haro ya sabia que lo primero que haría es ver donde se compra. Realmente una herramienta extremadamente útil.
Moll quedo atrás, y al poco tiempo empezó a nublarse pero sin anunciar ningún tipo de apremio. El nuevo destino era Moquehua. Un pueblo con muchos chicos en bicicleta que cuado vieron el paso de los viajeros, decidieron seguirlo, entablar conversación y transformarse en los guías hacia la estación como muestra de buena onda. Otra estación en muy buen estado, con silos operando muy cerca. Bien mantenida y transformada en la Casa de la Cultura. Diversas fotos, descanso merecido por el ritmo mantenido y mas y mas chistes. Astra con al voz en alto empezó a marcar el ritmo ya que el viaje debía seguir, la baja temperatura estaba empezando anunciasen, y con ella Treky sentía como sus alforjas eran abiertas en busca de prendas mas abrigadas. Otros evidenciaban cierto cansancio y se estimulaban con diversas músicas.. Calea opinaba que todo era una excusa para dejar de escuchar el bendigo "oh mama" con el molestaron todo el viaje y que hizo dudar seriamente de la estabilidad mental de DD y Pablito .
Km mas, km menos el grupo fue llegando a la ultima parada antes de encarar hacia destino final del dia Chivilcoy. "La Rica", un pueblo lindo, que lamentablemente no pudo ser disfrutado y desde el cual Haro quería partir sin perder tiempo por la decepción que le habían generado los dueños de la estación. Estos, en absoluta cobardía y sin dar la cara y por medio de una de sus hijas menores prohibió el acceso a la misma dejando sin oportunidad de sacar las tan ansiadas fotos de la estación y el cartel, símbolo de cada recorrido y cada paso que daba el grupo. Toga estaba furiosa, Astra se le salían los eslabones de la cadena de la bronca, Calea siempre tranquilo hasta ese momento casi se le escapa un par de comentarios violentos, Treky buscaba opciones a su automática puteada y Haro ... Haro literalmente quería prenderles fuego de lo indignada que estaba. Parlos no paraba de putear, Pablito le seguía el ritmo y Andy en un acto de bronca envió un mensaje bien directo y a los gritos " se ve que la Rica es únicamente para los Ricos" en clara alusión al poder que querían demostrar tan cobarde propietario. Sin embargo y por mas bronca que uno tenia fotos mostrando el paso de los aventureros en los carteles fueron surgiendo con un sol de fondo que daba mas para admirar que para seguir rodando y así, en paz y solitaria como cuando llegamos "La Rica" paso al olvido.
El sol ya bajaba, el cielo mandaba unos trazos que hacían que uno tuviera mas ganas de quedarse sentado disfrutando de la tarde fresca que seguir pedaleando, pero no se podía, ya era tarde.. La noche caería rápidamente y eso podía resultar peligroso. El grupo se unió y le metió pata con fuerza, alumbrados por un luz mortecina que poco a poco iba disminuyendo hasta dar paso a la negrura de la noche.
- Ahí esta el cartel de Chivilcoy - gritaba Treky después de ver como su compañero de andanza DD era vituperado porque tenia el cuerito roto y los estaba demorando. - Claro, el señorito vio la petrobras y quiere un baño justo ahora - cargaba Haro mientras que Toga se reía. Astra, sin hacer mucho caso de los comentarios encaraba hacia el cartel para las fotos y para rápidamente meterse en la ciudad. Era tarde, estaba fresco, el cansancio se sentía y la necesidad de un baño caliente y una buena comida hacia falta. Tras varias vueltas y temiendo no encontrar el lugar Rubén salio con el comentario mas que acertado "el hotel mitre?, si lo pasamos hace como 2 cuadros de la otra mano". Grande Rubén gritaba Calea, no es de hablar mucho peor siempre dando lo justo.
El hotel zafaba, Haro vio como la entraban a la habitación y junto a ella Toga y Treky reían y disfrutaban aunque refunfuñaban porque esta vez las alforjas no serian retiradas. Un baño caliente, unas pizzas de muzza que fueron devoradas y tras cargar agua para el otro dia y despedirse el grupo descanso en una calma noche de Chivilcoy. El dia había pasado, ni la lluvia, ni la mala onda de "la rica", ni el cansancio había logrado mellar la salida. Haro sabia que el ultimo dia seria largo, duro y que el cansancio ya se empezaba a notar, pero estaba contenta. Sabia que todas descansaban felices y que mas valía que durmiera porque pronto debía empezar a rodar en busca de las ultimas paradas. Y con ese pensamiento reconfortante fue cerrando sus ojos y soñando en los futuros destinos.
Todas las fotos del segundo dia aca:

Tercer y ultimo dia: Chivilcoy-Suipacha-Mercedes
Chivilcoy ofreció a los viajeros que les tocaba la habitación de la calle la tranquilidad que Navarro no les había brindado. Si bien el cansancio del kilometraje recorrido se había notado y los nervios por llegar a un lugar desconocido sin confirmación segura para el descanso había agotado a los viajeros, un par de ellos siguieron hablando hasta altas horas de la noche. Haro no podía entender como no habían caído todos rendidos inmediatamente. Escuchaba en la oscuridad de la habitación como discutían sobre el fenómeno de Pechito Lopez, el asfalto, la tierra, por donde ir, que decía el GPS, los frenos a disco, el ruido infernal que hacia Calea cuando frenaba y algunas otras cosas que no llego a comprender porque el cansancio se encargo de doparla y cerrarle definitivamente los ojos. Las horas pasaron y el respirar profundo de los bellos durmientes fue únicamente sobresaltado cuando Pablito con intención de no molestar a sus compañeros cuando se levanto para ir al baño lo hizo con la luz apagada. Un escalón en el medio de la habitación le recordó que no estaba en terreno conocido. De mas esta decir que las chicas en silencio comenzaron a reírse, no solo por lo ridículo de la situación sino porque si bien la puteada por el golpe estuvo contenida igualmente salió a lucir.
Amaneció fresco, para manguitas, campera polar, calzas largas, guantes, y demás cosas que DD fue colocando encima de su cuerpo. El resto se abrigo con una camperita o un buzo y otros, como Parlos, simplemente se la jugaron a entrar en calor después de la primera pedaleada.
Buen desayuno mediante, y dicho sea de paso mas abundante que el de Navarro, el equipo dio mantenimiento a las chicas, aceite para las secas cadenas, una pasada del cepillo fabuloso de DD para sacarles las impurezas a los rodamientos, un reseteo de reloj y en marcha. A diferencia de los otros días, se decidió por preparar el almuerzo al principio de la salida para evitar contratiempos y demoras. Nuevamente sándwiches simples fueron los elegidos y bebidas frescas para calmar la sed de la ruta. Aprestado el grupo, con todo perfectamente acomodado las chicas llevaron a los muchachos rodando hasta la primera parada, la hermosa plaza de Chivilcoy. Fotos en la fuente, el escudo, la iglesia; las charlas con la gente local, fueron poco a poco dejadas atrás mientras rumbeaban para el primer destino, Ayarza.
El día era ideal, lo único que lo empañaba un poco era el molesto oh mamá y la no reconocida capacidad de Pechito Lopez por parte de DD. Haro escuchaba una y otra vez lo que se decía y no podía creerlo, ya era el tercer día y todavía seguía con la misma insensatez, Astra ya empezaba a mostrar signos de fatiga mental y se disponía a establecer una conversación bien seria con Treky para ver si juntos podían calmar las cosas o por lo menos desviar el tema para otro lado. Toga, Calea y Haro, ante la impotencia simplemente decidieron aprovechar el viento de cola y alejarse por un rato para disfrutar del silencio y la hermosa paz del lugar. Y así, rápidamente, el grupo tomó velocidad y por un rato disfruto del aire, la vegetación, la compañía de los animales que aparecían. En su suave paseo los pájaros simplemente miraban como los viajantes hacían girar las ruedas de sus compañeras una y otra vez sin mostrar signos de cansancio. Era evidente que todos disfrutaban absolutamente lo que estaba pasando. Los campos aparecían en su mayoría sembrados por soja o pastos de crecimiento. Tanta abundancia y tan uniforme obligo al grupo a detenerse. Las chicas, rodando una y otra vez en medio de un camino de tierra tan parejo medio que rezongaron ante la entrada de un campo de soja para las fotos, pero dócilmente hicieron su mejor esfuerzo y así, entre amigos compañeros que solo pensaban en que momento el viento cambiaria de posición entraron a la estación Ayarza. Con un poco de temor y bronca contenida por lo pasado en La Rica el cónsul avanzo hacia el terreno evidentemente alquilado y encaro a los responsables de la estación. Que maravillosa sorpresa, que alegría inmensa cuando las personas a cargo no solo estaban de acuerdo con que uno pudiera visitar el establecimiento sino que con gran gusto nos brindaran el paso a toda la estación. “No son los primeros y esperamos que no sean los últimos que nos visiten y compartan esto con nosotros. Pasen, disfruten, saquen fotos. Por el otro lado esta la zorra, esta operativa, úsenla todo lo que quieran.” Haro rechinaba de alegría, El Capitán Green no paraba de gastar baterías con la cámara, Treky veía como DD le seguía dando a la sin hueso feliz, Rubén hacia de modelo, acompañaba, reia se preparaba para hacer la fuerza necesaria para arrastrar la zorra. Pablito aguantaba los pedidos fotográficos de Parlos sobre sus piernas y sus manos porque un bichito le caminaba y sabía que su hermosa, maravillosa y espectacular pequeña hija lo disfrutaría. Todo listo, fotos con la estación, el cartel, la zorra y un alto video con algo que siempre los viajeros buscaron hacer: montarse a la zorra y darle para que tenga y guarde, en conjunto, con fuerza y sobre todo con velocidad. Era increíble, 5 adultos, 5 laburantes, 5 compañeros que habían salido de paseo para recorrer una vez mas los caminos de tierra, siguiendo las estaciones que tanto habían comunicado a la gente estaban portándose como niños, riendo, gritando, cantando, haciendo fuerza. Las chicas no podían sentirse mas orgullosas, era indescriptible las sensaciones que debían vivirse. Se había logrado forma un grupo excelente, se había logrado volver a creer en la gente, se estaba disfrutando tanto el día que en algún momento el conjunto en si mismo pensó si todo esto no era un sueño. Y nó, por suerte no lo era, era una hermosa realidad.
El tiempo pasaba y el viaje debía seguir, el sol estaba bien alto y todavía faltaba mucho. Tras agradecer a los ocupantes, que dicho sea de paso se habían mudado de Villa Devoto hace un tiempo atrás, los rayos empezaron a girar una y otra vez hacia un nuevo destino Baez.
De camino, el viento empezó hacerse notar y Haro empezó a preocuparse seriamente. El camino había dejado de estar tan firme, veía como Toga, Treky y Astra picaban en punta y ella se quedaba demorara. Algo no iba bien. La potencia con la que había empezado el día se había diluido y por algún motivo que no entendía Parlos se quejaba bajito. Rubén firme y buen compañero como siempre acompañaba y trataba de marcarle un ritmo y cierta tranquilidad pero algo no funcionaba. Sus rayos no giraban con fuerza, era notorio el esfuerzo que estaba haciendo por moverse. El viento soplaba y refrescaba sin embargo grandes gotas de sudor corrían por todo el cuerpo. Haro sintió el mal momento que Parlos estaba atravesando. El agua no lo refrescaba, el viento le había mellado el andar. Haro comenzaba a rogar por un alto lo suficientemente tranquilo y extenso para poder asegurarse la recuperación de su compañero pero sabía que todavía falta largo rato. Toga primero y Treky después fueron en turnos alentando, acompañando y marcando el ritmo para el compañero que parecía caído. Y así apareció Baez, una estación habitada por dudosos dueños que tras la consulta del Cónsul permitieron las fotos del rigor. Cartel, estación, aledaños y despedida. El estomago llamaba y era necesario la parada para renovar energías. Para Parlos, fue el momento justo. Bebida y sándwich mediante todo parecía volver a la normalidad. Un cambio de ropa, muchos chistes, cálculos sobre distancias, caminos a seguir y el grupo levanto campamento en busca de la próxima parada, Suipacha.
El camino nuevamente se mejoró. Una autopista de tierra aparecía nuevamente bajo las ruedas. Con energías renovadas y tras varias fotos que la senda invitaba a sacar las chicas vieron como el grupo pedaleaba con fuerza. Diversos temas se fueron tratando mientras los kilómetros pasaban. Que Cristinita le había bajado la caña a uno, que fulanito de tal había mandado a matar a otro, que los precios de las cosas se disparan por aquí, que el INDEC era un organismo obsoleto. Todos eran ministros de economía, DT, teólogos y demás cosas. Y eso, era lo que las chicas más disfrutaban. Haro veía feliz a su compañero, se daba cuenta que estaba recuperado y ganando fuerza. Astra notaba como la tarde estaba empezando aparecer y si bien quería estar tal vez descansando no quería perderse absolutamente nada de lo estaba disfrutando. Toga había superado ya la volada al diablo que había tenido por culpa de un pozo de arena que Pablo no pudo evitar, Treky miraba la felicidad de su fiel compañero DD y pensaba que bueno que se había metido en este baile. Calea veia como Rubén no solo pedaleaba con destreza sino que se reía, hacia chistes y ganaba fuerza. Ya tenía bien en claro que esta no seria su última salida y que el objetivo estaba casi cumplido. Y así entre tantas charlas, apareció Suipacha, con un predio donde estaban haciendo jineteadas, con las calles con bastante concurrencia y con una estación cuidada y en un tramo operativa. Llegaron las fotos de rigor, cartel, vías, estación y esta vez un punto mas a favor, estaba disponible la torre de paso de vías. Obviamente, no importando la altura, el grupo junto subió, admiro, disfruto y bajo para seguir el recorrido. Previa parada técnica, carga de bebidas y unas bananas para recuperar energía el grupo partió. El destino final estaba cerca, ya volvían a Mercedes, ya se acercaba el descanso.
El calor se transformó en un fresco que incomodó a varios mientras que a otros beneficio. Haro sentía como sus pedales eran empujados nuevamente con fuerza, y veía como salía en punta. Sonreía, sabia que siempre pasaba lo mismo, el frio y la caída de la noche extrañamente en lugar de apagar a su amigo lo llenaba de energía. El resto venia a paso firme, seguro y continuo. Toga, comenzaba a darle pelea, y como juego de niños de jardín comenzó a pisar en punta junto con Haro. Ya faltaba poco, era evidente que todos pensaban en el final, en lo poco que faltaba para tomar la ruta asfaltada para hacer los últimos kilómetros hasta Mercedes, pero sorpresivamente el GPS que había marcado hasta ese momento el rumbo de manos del Capitán Green, no tenía registrado un camino de tierra que continuaba paralelo a la ruta asfáltica. Una ruta linda, más segura y con un bonus que terminó siendo la frutilla del postre. Este camino ocultaba una estación no marcada para el viaje que por supuesto el grupo debía inmortalizar. La estación Manuel García apareció disfrazada como un almacén y una heladería, con gente amable del lugar que disfrutaba de una tarde hermosa, vestidos de paisanos escuchando Pink Floyd mientras que el mate, los bizcochos, el vino, la cerveza, una gaseosa y algunas papitas y maníes eran ingeridos mientras miraban a los viajeros pasar.
Y así, nuevamente en la tarde noche de Mercedes, las cinco compañeras de vida fueron llevando a sus amigos, a sus compañeros al garaje que los vio partir hace ya casi tres días. Con orgullo los 5 ciclistas que habían comenzado como un simple grupo de ciclistas se habían convertido en un grupo excelente, orgulloso y principalmente amigos.
Leonor los recibió con un sonrisa en los labios y disfruto la notoria alegría que destilaba el conjunto. El objetivo se había cumplido, el abrazo general y los gritos de felicidad brotaban a borbotones. Las fotos finales quedarían no solo en las cámaras que lo registraban sino en el corazón de cada uno.
Con paciencia una por una fueran colocadas las chicas en los respectivos vehículos, ya todo era mucho mas distendido, ya solo faltaba la vuelta a BsAs. En el viaje tras la carga de GNC se empezaban hacer planes a futuro, era más que evidente que todos habían terminado muy contentos, dichosos, felices y que si bien había ansiedad por la vuelta a casa (una colita al horno para algunos, una pizza calabresa para otros,), a sus otros amores, este viaje había sido marcado a fuego. BsAs apareció, y con un profundo abrazo el grupo se saludo, se despidió y entrego la última sonrisa. Las chicas, sucias, llenas de tierra, y cansadas miraban extasiadas la felicidad que irradiaban los rostros de todos. Participaban en silencio sabiendo que este no era más que el final de una etapa. Una etapa que surgió de una charla remota y que tras realizarse exitosamente se transformo en otro eslabón de una cadena de los viajes que seguramente vendrían.
La noche cayó. Haro disfrutaba la inmensidad de la noche, ya lavada, cuidada y mimada por la frescura del viento. Agradeció a todos sus compañeros, y festejo la alegría de su amigo del alma a quien vio como sus ojos cansados se empezaban a cerrar pensando en sus amigos y en los futuros destinos que deberían recorrer.
Todas las fotos del tercer dia aca:

Hasta la proxima amigos…
Los Viajeros:
Diego, Ruben, Parlos, Pablo y AndresLos km recorridos mas de 300 pero ya son historia..
Viva la Bici, Aguante la Bici ¡!