Albarellos
Ubicada a 45 kilómetros al suroeste de Rosario, las poco más
de 7.000 hectáreas de su distrito están siempre cubiertas de soja, lentejas,
arvejas, maíz y trigo y el casco urbano ocupa unas 14 cuadras.
Su patrona es Nuestra Señora de Luján.
Aproximadamente hacia 1850, la zona aún estaba habitada por
aborígenes; más tarde, unas pocas familias inmigrantes le dieron vida al pueblo
y luego llegaron más italianos, españoles y de otros países europeos que con su
amor a la tierra, esfuerzo y tesón crearon su porvenir y un bienestar para sus
familias.
Con el progreso, se fueron organizando y creando las
distintas instituciones; entre ellas el club Sportivo Albarellos
El único servicio telefónico con que contaba el poblado era
una cabina pública instalada en el club y dos líneas particulares dependientes
de la central de Coronel Bogado.
La inauguración del paso del ferrocarril se produjo entre
1904 y 1906 y en su construcción trabajaron todos los habitantes del pueblo.
Las vías fueron el despertar del progreso, ya que por sus rieles se
transportaba la producción agropecuaria de toda la zona, los pasajeros, la
correspondencia y los viajantes que traían su mercadería.
Chela Giusti, la mamá de Ricardo, que integró el plantel de
la selección nacional de fútbol campeona en el Mundial de México de 1986,
recuerda la fiesta que hubo cuando el futbolista regresó. “La gente nos fue a
esperar a Coronel Bogado, habían venido de toda la zona”.
Ricardo “empezó en Newell’s Old Boys y al cumplir los 17
años se fue a Buenos Aires y jugó en Argentino Juniors e Independiente. Terminó
su carrera en Unión de Santa Fe. Estudiaba el secundario en Bogado y cuando
salía, se iba en el colectivo a practicar a Rosario”
Esta es una mini reseña del Pueblo que cobijo a los Fantin, mi bis Abuelo Fernando, Casado con Carolina Apolonio con quien tuvo 9 hijos, Estela mi abuela, quien siempre hizo que Albarellos sea el lugar al que volver lo haces o lo hacías con felicidad. Las Cenizas de mi viejo descansan tambien aca, porque se que aqui el siempre fue feliz.
Mis recuerdos grabados a fuego son muchos, llegar en tren y que el sulqui este esperándonos en la estación para llevarnos al campo, ¡¡que viaje!! Y si había barro ni te cuento jajaj..
Ir a lo de D’onofrio a comprar o por combustible cuando ya de grandes llegábamos en auto, la picadita
vermut mediante entre los juegos de cartas ente mi viejo y sus primos al atardecer en lo de Sarachini.
Llamar por teléfono al pueblo, la única forma de comunicarse
para avisar que estábamos por ir de visita...
Como diría mi vieja…cuantos recuerdos, ni que hablar que hoy
nietos de aquellos 9 hermanos seguimos viéndonos y disfrutándonos como siempre.
Albarellos es una marca registrada en mi corazón!