El acompañamiento, tanto religioso como educativo, de la congregación de padres pasionistas fue fundamental para ellos.
El Monasterio Retiro San Pablo de los Padres Pasionistas – conocido como “el Monastery” entre los irlandeses – se encuentra en un parque arbolado de quince hectáreas donde hay diversas instalaciones del Monasterio, principalmente el edificio principal de retiros, la capilla San Pablo de la Cruz, y la antigua capilla San Patricio, además del cementerio de los Padres Pasionistas y estructuras de mantenimiento.
En el año 1884, los Padres Pasionistas fueron invitados por el Padre Largo Miguel Leahy para que se establecieran en Salto Argentino (Pcia. Bs. As.) En aquella ocasión los irlandeses del distrito expresaron su deseo de tener entre ellos a una fundación de la congregación. Con este fin Don Eduardo Casey donó ocho cuadras de campo, y luego hizo lo propio Don Tomás Mc Guire, que donó cuatro cuadras de campo; más tarde se sumó a la iniciativa Don Patricio Farell que donó cuarenta cuadras.
En septiembre de 1888, el Padre Víctor Carolan colocó la piedra fundamental del Monasterio San Pablo ante el regocijo generalizado de toda la comunidad. En 1893 se completó el magnífico edificio que todavía perdura.
La historia cuenta que este lugar, de 200 hectáreas, considerado un centro turístico y frecuentado por los habitantes de Carmen de Areco y Capitán Sarmiento, los dos pueblos bonaerenses que lo ladean y en los que predomina fuertemente una población de descendencia irlandesa, fue adquirida en un polémico movimiento inmobiliario por Jorge Caputo, arquitecto y padre del zar de la construcción de Puerto Madero, Nicolás Caputo.
El arquitecto Caputo decidió después de muchas idas y vueltas, protestas, junta de firmas , donar las instalaciones y el 17 de enero de 2013 se firmaron las escrituras. Desde ese entonces, el monasterio San Pablo de la Cruz no es más un monasterio técnicamente hablando porque ya no hay más monjes ni monjas. Hoy se llama Centro de Espiritualidad María Reina de la Paz, que pertenece a una Asociación conformada por muchos matrimonios con un promedio de edad de 40 años, profesionales o empresarios o empleados, de distintas localidades de la Provincia y de Buenos Aires.
Pero qué ocurre si alguien se acerca al monasterio para sacar fotos sin antes avisar?
Si alguien va un día de semana, primero encontrará la tranquera cerrada con candado. Como nos pasó a nosotros.
Dicen que "La instrucción general es que lamentablemente no te podemos atender porque esto es una propiedad privada, no es de una comunidad que vive adentro como con los pasionistas y por eso es que antes abrían las puertas." Una verdadera lástima.
También "dicen" que si llegas a contactar previamente a algún responsable (si alguien tiene el dato que lo pase) se puede pedir permiso e ingresar a visitarlo.
Hasta la próxima salida amigos!
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